domingo, 10 de noviembre de 2013

Pinta y cuéntame lo que te pasa.


Pintar al óleo es una experiencia liberadora, casi no importa que lo hagas bien o mal, lo divertido y excitante de la experiencia trasciende del resultado. Puedes a través de un lienzo, expresar tus sentimientos y proyectar tus necesidades, en general todo acto de creación parece tener ese efecto que yo llamo liberador, ya que, desde el vacío, desde la aparente nada de la tela, un universo infinito de combinaciones y posibilidades están esperando a ser proyectadas. No es más que una historia que le cuentas al mundo, desde tu mundo. Eso te permite elegir no solo la temática que vas a abordar, sino también las formas, los colores y los matices, todo en tal sentido es libertad, y la libertad en el mundo tal como lo concebimos masivamente es un bien escaso. Creo que el motivo que eliges, no debe proceder del plano racional, si sometes a la criba mental demasiado lo que vas a pintar, el proceso pierde cierta magia, pues impera la necesidad perfeccionista de reflejar con exactitud lo que quieres. Más bien sería dejar que el pincel, en cierta medida, te lleve a reflejar aquella criatura germinal en tu interior. Puede ser que la criatura que terminas pariendo no sea tan redonda, o tan bella o tan amarilla como originalmente tenías previsto y quizás eso dota al proceso de vida propia. Hay que dejar sorprenderse por el resultado creativo, de no ser así, casi no merecería la pena el propio esfuerzo creador, ya que si sólo buscamos la belleza estética del resultado, nos perdemos otros valores, o reflejos de las realidades coexistentes en la vida, que a veces no son espectaculares estéticamente hablando, pero son interesantes tanto para el que les ha dado a luz, como para un tercer observador. Así una vez ( o mas de una ) he pintado cuadros que podrían ser definidos como feos, pero uno de ellos evocó a cierto observador un comentario que me llenó de gratitud, ya que dijo : "este cuadro está lleno de sentimiento" y fue un momento para mí verdaderamente dichoso.

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