Eso nos enseñaron.

Al tiempo que ella hacía la comida, cantaba una canción y repasaba aquellos momentos que jalonaban su vida de un color dorado intenso. Lo importante es hacer varias cosas a la vez y aprovechar el tiempo, pensaba: que la vida son dos días. Ella no sabía parar, porque parar era para enfermos y otros tarados. Porque la vida ha de ser exprimida y hacer una sola cosa en cada momento es al fin y al cabo dejar de utilizar, todo lo que es nuestro potencial. Si se daba de baja en el trabajo y tenía que estar encamada ante una gripe, se sentía inútil. No es provechoso estar en la cama, es de vagos y licenciosos. Cuando hacia cierta cosa, repasaba mentalmente el universo infinito de tareas en las que emplear el momento siguiente, y no pasa nada, porque la gente normal al fin y al cabo actúa así. Aprovechando el tiempo al máximo, no perdiendo ni un segundo y precipitándose hacia el momento siguiente, prediciéndolo y anteponiéndolo;¿ Quién dijo aquí y ahora? es mucho mejor labrar el futuro y aprender del pasado, o al menos ......eso nos enseñaron...